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La actuación navideña: ¿Estamos fingiendo la pareja perfecta para la familia?

Es la época más maravillosa del año... o eso dice Instagram. Las luces brillan, los regalos están envueltos y tu pareja acaba de susurrar entre dientes: "No empieces esto aquí".

Bienvenidos a la actuación navideña: esa presión tácita de parecer la pareja más feliz de la sala, incluso si han estado discutiendo sobre quién olvidó empacar el pijama a juego. Cada diciembre, las parejas de todo el mundo se ponen en "modo presentación": sonríen para las fotos familiares, intercambian besos corteses y fingen que todo es perfecto mientras esquivan en silencio las dificultades emocionales que conllevan las reuniones familiares, el estrés económico y las expectativas imposibles.

Publicamos los momentos más destacados: los suéteres coordinados, la iluminación del árbol, los títulos "tan bendecido", pero detrás de la cámara, muchas parejas simplemente intentan sobrevivir la temporada sin una discusión en toda regla frente a la abuela.

La presión de ser perfecto

Seamos realistas: las vacaciones pueden parecer un informe de relaciones. Estás rodeado de familiares que preguntan "¿Cuándo te casas?" o "¿Cuándo tendrás hijos?", mientras tus amigos publican fotos de vacaciones con #CoupleGoals. De repente, eres hiperconsciente de cada pequeña grieta en tu relación y te esfuerzas por arreglarla con sonrisas y charlas informales.

Pero la verdad es que fingir felicidad no te hace feliz. Solo te agota. Gastas tanta energía intentando parecer la pareja perfecta que te olvidas de que realmente lo eres .

El peaje silencioso

Esta "actuación navideña" puede generar resentimiento en silencio. Empiezas a evitar conversaciones honestas para mantener la paz, restando importancia a la tensión en lugar de abordarla. Para cuando llega enero, no solo estás cansado, sino emocionalmente agotado. Porque fingir que todo está bien durante tres semanas seguidas es prácticamente un evento olímpico.

Deja el guión

Aquí va una idea loca: ¿qué tal si este año te saltas la función? ¿Qué tal si dejas de preocuparte por lo que piensen los demás y te concentras en lo que realmente te conecta? Quizás sea dejar de lado un acompañamiento de la cena familiar para disfrutar de una noche tranquila en casa. Quizás sea acordar que ambos se irán antes de la fiesta si uno de los dos da la señal (palabra clave: "arándano").

Las fiestas no tienen por qué ser una campaña publicitaria para tu relación. Pueden ser caóticas, reales y llenas de chistes privados que solo ustedes dos entienden.

El verdadero regalo

Lo mejor que pueden darse esta Navidad no es un regalo envuelto, sino autenticidad. De esas que te permiten decir: "Te quiero, pero necesito diez minutos de silencio antes de que tu madre vuelva a preguntarnos sobre nuestro plan de vida".

Porque cuando las decoraciones se quitan y el ruido se desvanece, lo que más importa no es lo perfecto que te veías en la foto familiar, sino lo reales que fueron el uno con el otro.

Así que adelante, deja de fingir. El pavo no es lo único que no debería rellenarse este año.