Idioma

¿POR QUÉ NO NOS SANAMOS JUNTOS?

CONOCE A STEPH Y CRAIG

Prepárate para conocer a Steph y Craig, una pareja cuya historia de amor nos recuerda que la curación no ocurre en línea recta, sino uno al lado del otro.

Su viaje comenzó en 2011, cuando el destino los puso en caminos que se cruzaban: Craig era un policía novato y Steph acababa de empezar a trabajar como operadora del 911. La conexión fue instantánea y electrizante. "Sin duda, nos sentíamos atraídos el uno por el otro", recuerdan, "pero había más, y si nos hubieran preguntado en aquel entonces, probablemente no habríamos podido explicarlo. Hoy tenemos claro que estábamos destinados a estar juntos y lo hemos estado a lo largo de muchas vidas".

Pero su historia de amor no fue un cuento de hadas: fue real, cruda y llena de momentos que los impulsaron a crecer. Ambos venían de matrimonios anteriores, cada uno con dos hijos, y en 2014 dieron un paso valiente: compraron una casa juntos y unieron a sus familias bajo un mismo techo. "Fue un caos absoluto", admiten entre risas. "Pero también fue un logro del que todavía estamos orgullosos".

Únase a nosotros mientras entrevistamos a Steph y Craig y aprendemos cómo el amor, la pérdida, la terapia y la transformación profunda los ayudaron a construir no solo un matrimonio, sino un lugar seguro donde ser vistos por completo.

P: Retrocedamos un poco. ¿Cómo empezó su historia de amor y qué los atrajo inicialmente?

Nos conocimos en 2011 e inmediatamente sentimos una fuerte atracción mutua. En aquel entonces, Craig era un policía novato y Steph acababa de empezar como operadora del 911. Sin duda, nos sentíamos atraídos, pero había algo más, y si nos hubieran preguntado en aquel entonces, probablemente no habríamos podido explicarlo. Hoy tenemos claro que estábamos destinados a estar juntos y lo hemos estado a lo largo de muchas vidas.

P: ¿Hubo un momento al principio en que se dio cuenta de que su relación iba a requerir más que amor para funcionar?

Al principio de nuestra relación, tuvimos que lidiar con muchas cosas. Ambos estábamos terminando nuestros matrimonios y fusionando nuestras familias; cada uno trajo dos hijos a la relación. En 2014, compramos una casa juntos y nos mudamos todos bajo el mismo techo. Eso en sí mismo fue un gran logro, pero también fue un caos absoluto.

P: Has dicho que el matrimonio puede despertar tus patrones más profundos. ¿Cuál fue un patrón personal que surgió en cada uno de ustedes?

Creemos que las relaciones, especialmente las más cercanas, revelan lo que aún necesita sanar de nuestro pasado. Alrededor de 2017-2018, comenzamos a comprender esto con mayor profundidad. Despidieron a Craig en 2015, justo después de casarnos, y ese momento se convirtió en un catalizador para ambos. Reactivó viejos comportamientos que usábamos desde la infancia para protegernos. Deshacernos de ellos y aprender a dar y recibir amor libremente ha sido nuestra lección compartida desde entonces.

P: ¿Cuál fue el momento en que todo se vino abajo y cómo fue realmente la reconstrucción?

Cuando Craig perdió su trabajo en 2015, todo empezó a desmoronarse. Acabábamos de regresar de nuestra luna de miel y, a los pocos meses, lo despidieron. Fue aterrador. Tocamos fondo más de una vez, y sentíamos que nuestra relación no iba a sobrevivir. Pero esas rupturas nos obligaron a reconstruir desde dentro. Empezamos terapia, individual y juntos, en 2020, y fue entonces cuando todo empezó a cambiar. Sin ese apoyo, no estaríamos donde estamos hoy.

P: Hablas mucho de las máscaras que usamos en nuestras relaciones. ¿Cuáles eran las tuyas?

La mayor máscara de Craig era fingir que todo estaba bien. Evitó las emociones profundas la mayor parte de su vida, y bajo esa máscara se escondía mucho dolor y tristeza.
La máscara de Steph era la de complacer a todos: la que intentaba mantener la paz, controlar las emociones de todos y hacerse pequeña para ser querida. Quitarse esa máscara significaba dejar que Craig la viera por completo: también sus partes desordenadas, salvajes y brillantes.

P: Steph, ¿qué te surgió cuando Craig asistió a ese retiro de hombres y cómo cambió tu dinámica?

Cuando Craig fue a ese retiro, supe lo importante que era para él, pero también temía que fuera el fin de nuestra relación. Fue uno de los momentos más difíciles de dejar ir. Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que para sanar juntos, primero tuvimos que sanar por separado. Dejar ir nos dio a ambos el espacio para encontrarnos a nosotros mismos, y eso fue lo que finalmente nos hizo volver más fuertes.

P: Craig, ¿cómo influyó en tu propio crecimiento ver a Steph abrazar la sanación?

Ha habido incontables momentos en los que pensé: «Tengo que ponerme las pilas o la perderé». Cada vez que subía de nivel, me obligaba a reflexionar sobre mi rendimiento. Su curación influyó directamente en la mía.

P: Has experimentado la terapia asistida con MDMA. ¿Qué fue lo que más te sorprendió de ese proceso?

La mayor sorpresa fue la compasión que despertó. Nos dio un nivel de comprensión mutuo que nunca antes habíamos tenido. Empezamos a vernos a través de las heridas de la infancia, con reverencia y paciencia. Cuando uno de nosotros conecta con esas partes heridas, el otro aparece con amor y seguridad. Se ha convertido en la base de cómo amamos ahora.

P: ¿Cómo se equilibra el crecimiento individual sin distanciarse?

Eso es algo que hemos tenido que aprender a las malas. Durante años, nuestra codependencia nos dificultó darnos espacio. Pero ahora confiamos en que crecer no significa separarse. Dejamos de medir quién evolucionaba más rápido y empezamos a caminar juntos, codo con codo, pase lo que pase.

P: ¿Cuál es su método preferido para abordar conversaciones difíciles sin caer en la trampa?

Empezamos por revisar nuestras necesidades básicas: ¿Tenemos hambre? ¿Cansados? ¿Sobreestimulados? Una vez que nos hemos regulado, podemos comunicarnos. También usamos un "botón de pausa". Si alguno se siente abrumado, pausamos la conversación, ya sea por diez minutos o por un día entero. La clave es que quien presionó la pausa es responsable de retomarla. Ese pequeño sistema lo cambió todo.

P: ¿Qué herramientas o rituales han ayudado a reconstruir la confianza y la seguridad emocional?

Comunicación y reflexión. Cuando uno habla, el otro escucha y luego repite lo que escuchó para asegurarse de que se entienda. Parece simple, pero esa práctica ha transformado nuestra relación. Sentirse visto y escuchado lo es todo.

P: Tu podcast es increíblemente vulnerable. ¿Cómo proteges tu relación del agotamiento emocional?

¡Al principio no! Compartimos todo demasiado y aprendimos a las malas que los límites son vitales. Ahora, somos más conscientes de lo que compartimos y de lo que se mantiene sagrado entre nosotros.

 

P: Si pudieran volver atrás y darse un consejo durante su primer año de matrimonio, ¿cuál sería?

Entrar a terapia antes. Sinceramente, nos habría ahorrado mucho dolor y confusión.

P: Por último, si pudieras cambiar el mundo una pareja feliz a la vez, ¿cómo completarías esta frase: ¿Por qué no…?

Estar presentes el uno para el otro como nadie más lo ha hecho jamás.

Ahí lo tienen, amigos: la historia de amor de Steph y Craig no se trata solo de permanecer juntos; se trata de crecer juntos, incluso cuando duele. Del desamor a la sanación, de las máscaras a la autenticidad, su camino nos recuerda que el amor no se encuentra, se construye, ladrillo a ladrillo con honestidad. Así que, si alguna vez se han preguntado si es posible sanar en pareja, tomen nota de Steph y Craig: estén presentes, mantengan la curiosidad y sigan trabajando juntos.